En el mundo de los bienes raíces existen creencias que simplemente son incorrectas y, a menudo, terminan perjudicando más que ayudando a los propietarios de casas y departamentos.

FIJAR UN PRECIO ALTO RESULTARÁ

Es muy probable que quieras ponerle un precio más alto a tu inmueble, sin embargo, un precio por encima del valor de mercado rara vez significa que obtendrás un precio mayor al que alguien fijó basándose en el mercado. Por lo general, un precio alto resulta en un precio más bajo.

Lo anterior sucede porque los compradores comparan entre 5 y 12 viviendas en su búsqueda del hogar perfecto. Revisan propiedades activas y ventas recientes para determinar si el precio se alinea con su percepción de valor. Si una casa es más cara en función de inmuebles comparables, ni siquiera se molestarán en verla. Se concentrarán en otras casas en venta que hacen más sentido con el rango de precios.

Una casa en venta es como un pastel: es mejor cuando está fresca y nueva. Si una casa ha estado en el mercado más tiempo que el promedio, la gente comienza a sospechar y se pregunta por qué no se ha vendido.

BAJAR UN PRECIO SOBREVALORADO, NO TENDRÁ EL EFECTO ESPERADO

El sobreprecio de una propiedad no se soluciona con solo bajarlo más adelante. Eso es porque las casas que han permanecido en el mercado durante meses o que han sufrido una o más reducciones de precio hacen que los compradores supongan que algo debe estar mal con ellas. Por ello, es posible que aún se mantengan alejados u ofrezcan incluso menos que el precio que pida después. Lo ideal es poner el precio adecuado a tu casa desde el principio para tener la mejor oportunidad de tener una venta rápida y fácil.

VENDER TU CASA POR TU CUENTA TE AHORRA MUCHO DINERO

La razón principal por la que los vendedores creen que es mejor vender su casa ellos mismos es porque les ahorrará mucho dinero; sin embargo, ese es un mito. Hay mucho más en lo que pensar que solo tomar fotos bonitas, subirlas a internet y esperar a que llegue un comprador.

¿Sabes cómo cotizar una vivienda, estás familiarizado con las mejores estrategias de marketing inmobiliario, tienes experiencia con el aspecto legal de una operación, tienes el tiempo libre o la experiencia necesaria para negociar? Los asesores inmobiliarios hacen lo anterior y más todo el día, todos los días. Sin duda, sus habilidades respaldan la comisión.

INCLUIR EXTRAS CON LA VENTA AYUDA A NEGOCIAR UN PRECIO MÁS ALTO

Un vendedor que intenta incluir algunas de sus pertenencias a un comprador que contraoferta corre el riesgo de quedar decepcionado en muchos niveles. A menudo existe una gran disparidad entre lo que el vendedor cree que valen sus muebles y cómo ve eso el comprador. Mucho no creen que valga la pena pagar de más por una casa que incluye cosas usadas.

Es probable que el comprador responda a un precio más bajo y solo quiera una o dos cosas, por lo que el vendedor sentirá que la contraoferta sigue siendo baja. Lo ideal es dejar los muebles y otros artículos fuera de la ecuación hasta que se haya llegado a un acuerdo en el precio. Si un comprador realmente está interesado en algo, lo pedirá como parte de la oferta.

PUEDES AGREGAR EL COSTO DE CUALQUIER RENOVACIÓN QUE HAYAS REALIZADO

Digamos que le diste un segundo aire a tu cocina o al baño. Es lógico que el dinero que pagaste por esas mejoras se recuperará en su totalidad una vez que vendas; después de todo, los nuevos propietarios de tu casa heredarán todo ese arduo trabajo, ¿correcto?

La realidad es que, si bien tales renovaciones pueden generar algún retorno de inversión, rara vez recuperarás el monto total. En promedio, puedes esperar recuperar la mitad de lo que gastaste en mejoras para tu hogar. Además, esa ganancia puede variar mucho según la renovación que se trate.